Impuestos
La gestión de asuntos fiscales internacionales requiere atención y cuidado en cada caso individual. Tanto la legislación nacional como la extranjera, así como los convenios fiscales entre países, se aplican simultáneamente. Es importante destacar que, al trasladarse al extranjero, los vínculos con la tributación nacional no se rompen, incluso si se traslada la residencia fiscal principal. Lo mismo ocurre al percibir ingresos del extranjero; las obligaciones fiscales deben gestionarse en cada país.
Nuestro trabajo habitual se centra en una situación en la que una persona está considerando trasladarse al extranjero, como a Finlandia, o ya se ha establecido allí. En este caso, aclaramos la determinación de la residencia fiscal, obtenemos los certificados necesarios y presentamos las declaraciones de impuestos. En el caso de las empresas, generalmente es necesario aclarar cuestiones relacionadas con el establecimiento permanente y la tributación de una posible filial.
Las cuestiones relacionadas con la tributación internacional deben planificarse con antelacion. Resolver ambigüedades posteriormente casi siempre implica años de investigación oficial y doble imposición con sanciones.